devenir gremio de gastronomía (sin cocina)

Gremio de gastronomía y socialización, junto a Natalia Carminati y Cuchara (Marta Solans y Carolina Zerpa). Becas de investigación y experimentación, Santa Mónica 2021-2022, Barcelona

Y un día llegamos y fuimos gremio, no de 3 sino de 4, como las patas de una mesa. Y nos entregamos a la causa del socializar, del transformar y del alimentar. Y comenzamos un documento común, en el que intentamos emplastar los proyectos individuales con los que nos presentamos a la convocatoria, y nunca lo acabamos. Porque vino la activación Frutero con las Mónicas, el Aguinaldo y la inducción, la Romería y la lluvia, el Fem l’Aperitiu y los cócteles de las Ramblas, el espacio B.A.R. sin bebidas, las máquinas vending azucaradas, el Office y los electrodomésticos dobles…

Teníamos muchas ganas de fermentar, cocinar y comer juntas, todo iba muy rápido y no sabíamos ni dónde estaban los vasos ni dónde ponernos. Y comenzaron los mercurios retrógrados, las sesiones de la red fermentadora de Bromera i salivera, los martes de Taper Club, lo refrescante de Sojornar una Festa Major, las Alquimias de las tecnologías de lo posible, los podcast de radio catárticos y contamidados de raíz, los menú del día, las materias vibrantes del Archivo vivo, lo apestoso del Banquete pod(e)rido, la fruta semanal y las preguntas que todavía nos acompañan:

¿Dónde se lavan y cuelgan los trapos de cocina en un centro de arte?

¿Cómo damos espacio a las compañeras sin perder el nuestro?

¿Quién lava los platos y tira la basura al final de la fiesta?

¿Quién y cómo se gestiona lo podrido?

¿Qué cabe y no tiene cabida en una sala expositiva?

¿Cómo se ensamblan distintas líneas de investigación en un cuerpo común?

¿Aquí ahora se puede comer o no?

¿Qué hacemos con lo que huele y chorrea?

¿Dónde tiramos la basura?

¿Cómo desarrollamos una investigación a largo plazo respondiendo a situaciones inmediatas?

¿Podemos beber todes del porrón?

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And one day we arrived and we were a gremio, not of 3 but of 4, like a table’s feet. And we committed ourselves to the cause of socialising, transforming and nourishing. And we started a common document, in which we tried to mix the individual projects with which we presented ourselves to the call, and we never finished it. Because it came the Frutero activation with the Mónicas, the Aguinaldo and the induction, the Romería and the rain, the Fem l’Aperitiu and the cocktails of the Ramblas, the B.A.R. space without drinks, the sugary vending machines, the Office and the double electrical appliances….

We were looking forward to fermenting, cooking and eating together, everything was going very fast and we didn’t even know where the glasses were or where to put ourselves. And so began the retrograde mercuries, the sessions of the fermenting network of Bromera i salivera, the Tuesdays of Taper Club, the freshness of Sojornar una Festa Major, the Alchemies of the technologies of the possible, the cathartic and contaminated radio podcasts, the daily menu, the vibrant matters of the Living Archive, the stinky of the Banquete pod(e)rido, the weekly fruit and the questions that still accompany us:

Where are the kitchen towels washed and hung in an art centre?

How do we give space to our colleagues without losing our own?

Who washes the dishes and disposes of the rubbish at the end of the party?

Who manages the rotten and how?

What fits and what doesn’t fit in an exhibition hall?

How do different lines of research come together in a common body?

Is it possible to eat here now or not?

What do we do with what smells and drips?

Where do we dispose of the rubbish?

How do we develop long-term research in response to immediate situations?

Can we all drink from the porron?